Una tradición que encamina hacia la primavera
Bielsa celebra el carnaval más conocido de la provincia, festividad que también se lleva a cabo en otros municipios oscenses.

La tranga, la madama, l´onso, el domador, l´amontato, el caballet, la garreta y la yedra son personajes muy conocidos en Bielsa y la demostración de que la magia de las tradiciones también está presente en febrero en el territorio oscense. Salen todos los años durante el carnaval que se celebra en el mes de febrero en este municipio de la comarca del Sobrarbe y que comienza con el juicio a Cornelio Zorrilla, un muñeco de paja que cada año se disfraza según la crítica que se quiera hacer y que representa a todo lo malo que le ha pasado al valle durante el año. Tras ser declarado culpable, es colgado en la ventana del ayuntamiento hasta que es quemado el domingo en el que termina el Carnaval.

El carnaval llena de colorido las calles de Bielsa. Rafael Gobantes.
Refranes del territorio y saberes populares
"Para la Candelera, gran nevera; para San Blas, un palmo más; para Santa Aguedeta, la nieve hasta la chaqueta."

Aunque se celebra de jueves a domingo, el fin de semana (sábado y domingo) se concentran los actos más relevantes. Durante la ronda del carnaval, las trangas y el resto de personajes van a buscar a las madamas a sus casas, teniendo cuidado de repeler los ataques de los onsos. Tras la misma, hay un baile en la plaza y se come torta y melocotón con vino.

Más allá de Bielsa, el carnaval es una tradición que está arraigada en toda provincia de Huesca. En San Juan de Plan, los mozos pasean al peirote y lo queman igual que hace en Bielsa. Otro muñeco, el tío Sopes, recorre en estas fechas las calles de Albelda. Otras tradiciones carnavalescas se dan en Campo, lugar en el que es costumbre pintarse de azulete, y en Fraga, donde se queman y entierran los ‘ninots’.

Carnaval de San Juan de Plan. Mamen Pardina.
Carnaval de Albelda. Concha Silvan
Carnaval de Fraga. Jaume Casas.
Más allá del Carnaval

El Carnaval cierra las tradiciones de febrero, pero a lo largo del mes hay numerosas demostraciones de acervo cultural en toda la provincia de Huesca. Comienzan el 2 de febrero, cuarenta días después de Navidad, con la fiesta de la luz o de las candelas, momento en el que en Salas Altas celebran sus fiestas mayores en honor a la virgen de las Candelas.

San Blas y Santa Águeda son dos santos cuya festividad se celebra en febrero. El primero es venerado en Fonz, Agüero, Angüés, Azlor, Bailo, Cofita, Robres, Sieso, Siresa, Broto y Altorricón.

Por su parte, son múltiples las localidades oscenses que cuentan con tradiciones alrededor de Santa Águeda. En Binaced, a las cinco de la mañana, las mujeres despiertan al vecindario con un volteo de campanas y van cantando por las calles hasta la misa y la procesión. Al mediodía, tiene lugar un ágape en la plaza, en el que sólo ellas participan. Después, viene el pasacalles, la chocolatada y el baile, al que invitan a los hombres. Por su parte, En Grañén, una mujer toma la vara de alcaldesa del municipio, costumbre que también se da en Tardienta. Ejemplo de que febrero es un mes plagado de tradiciones que demuestran la magia de Huesca.

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