El mes de junio está repleto de ferias a lo largo de la provincia que buscan promocionar los productos de la zona. La Fira de sant Medardo se celebra en Benabarre el 4 y 5 de junio, pocos días antes de que se conmemore el patrón de la localidad. Este evento tiene su origen en siglo XIII, cuando los pastores trashumantes pasaban por el centro del pueblo y se originó un mercado de intercambio de ganado y productos artesanales. En la actualidad, se centra en la agroalimentación sostenible.
Otra de las ferias que durante el mes de junio ponen en valor los alimentos locales es la Feria de Primavera de Biescas, que se celebra el mismo fin de semana que la de Sant Medardo. Más allá de la presentación de alimentos, hay un concurso de miel, catas y la elaboración de la tortilla más grande, que atraen a numeroso público.
La tercera feria de ese fin de semana en la provincia es Expoforga. Con vocación agrícola y ganadera, se llevan a cabo subastas de ganado en Puente la Reina.
La cereza es una típica fruta de verano. La localidad oscense de Bolea tiene una gran tradición en su cultivo. Por ello, durante el mes de junio era tradición que se celebrara en este municipio de la comarca Hoya de Huesca una feria relacionada con este alimento. Este año estaba prevista para el 12 de junio, pero las heladas registradas a comienzos de año que afectaron a la producción han propiciado su cancelación.
Algunos municipios también tienen alimentos típicos que comen durante alguna de las celebraciones del mes de junio. Es el caso de Monzón, municipio en el que se comen caracoles. En concreto, en el barrio de San Juan de la capital del Cinca Medio se cocina un guiso a base de caracoles, ajo, perejil, aceite de oliva, longaniza, sal y coñac. Son muestras de que la gastronomía está muy presente en la magia del territorio oscense.
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