Agua, tradición y fervor, unidos en abril
El descenso de navatas del río Gállego recuerda la forma que tenían de transportar la madera en un mes en el que se celebra la Semana Santa y se rinde homenaje a San Jorge.

El transporte y la logística son dos sectores que, en mayor o menor medida, han sido importantes durante toda la historia de la humanidad. Una de las tradiciones oscenses recuerda que el ser humano ha ido ideando formas para poder comerciar con los recursos naturales de los que disponía. Se trata del descenso de navatas, que se realiza en abril o mayo en diferentes puntos de la provincia.

Las navatas son las embarcaciones con las que se lograba transportar la madera. Su importancia queda reflejada en el hecho de que en 2013 fueron declaradas Bien de Interés Cultural Inmaterial de Aragón.

En el mes de abril, las navatas surcan las aguas del río Gállego. Con un recorrido que comienza en Murillo de Gállego y llega hasta Santolaria, se realiza dentro de las Jornadas del Río Gállego. La preparación de los materiales y la construcción de las embarcaciones forma parte del proceso.

La tradición se traslada en el mes de mayo al valle de Hecho, con el descenso de navatas al río Aragón-Subordán, y a Laspuña municipio que cuenta con un museo de la madera y de las navatas.

Descenso de navatas.
Refranes del territorio y saberes populares
"El Domingo de Ramos, el que no estrena no tiene manos".
De interés cultural

Del 11 al 17 de abril se celebra este año la Semana Santa. Varios son los municipios de la provincia que reciben centenares de visitantes por la importancia de los actos que organizan. Cuatro son los que cuentan con el distintivo de interés turístico de Aragón: Ayerbe, Barbastro, Jaca y Huesca capital.

La enclavación de Ayerbe se lleva a cabo durante la noche del Jueves Santo. La procesión comienza en la iglesia de la localidad y durante la misma, los visitantes podrán vivir las últimas horas de la vida de Jesús representadas por los vecinos de este municipio de la Hoya de Huesca. Todo el que quiera informarse de forma más detallada sobre esta tradición puede hacerlo en la web del ayuntamiento de Ayerbe.

Otra localidad en la que hay costumbre de representar la pasión de Cristo es en Huesca capital. El Teatro Salesiano acoge desde 1947 este evento en el que participan más de 150 actores y que este año contará con dos funciones el 9 y el 10 de abril. Para más información y reservar entrada se puede acceder a la web del evento.

La representación de la Pasión forma parte de la Semana Santa de Huesca, una de las más arraigadas de la provincia. Los tambores y bombos de la veintena de cofradías recorrerán las calles de la capital oscense con sus pasos entre el fervor de habitantes y turistas.

Barbastro es otra de las localidades en las que la Semana Santa se vive con mucho sentimiento. Los actos más representativos son el Vía Crucis y la procesión del Santo Entierro que se celebran el Viernes Santo. Declarada de Interés Turístico Nacional, se puede ver toda su programación en su web.

Jaca tiene tradición de vivir la Semana Santa desde el siglo XVIII. Los pasos embellecen las procesiones, teniendo origen algunos de ellos en el siglo XIX. Toda la información se puede encontrar en la web del Ayuntamiento de Jaca.

Representación de la pasión.
Procesión del Domingo de Ramos en Jaca. Fotógrafo: Rafael Gobantes.
Procesión del Lunes Santo en Huesca. Fotógrafo: Rafael Gobantes.
Patrón de Aragón

Otra de las tradiciones que se celebra en Huesca es el día de San Jorge. Considerado el patrón de Aragón, tiene una gran vinculación con la capital según la leyenda. En concreto, se cuenta que apareció en la batalla del Alcoraz en la que el reino de Aragón reconquistó la ciudad a los musulmanes. Varios son los actos que se celebran en la localidad durante el 23 de abril.

El más arraigado es la romería que realizan los oscenses a la ermita de San Jorge. Tras la caminata, realizan un almuerzo en su honor en la explanada.

Tradiciones que están presentes en el mes de abril y descubren la magia de Huesca al resto del mundo.

Misa en la ermita por el día de San Jorge. Fotógrafo: Rafael Gobantes.

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