Una de las tradiciones más arraigadas durante julio se celebra en Camporrells el 30 de este mes. Se trata del ball dels totxets, un baile cuyo origen se remonta al siglo XII y que fue recuperado por esta localidad de La Litera a finales de los años 70. Se trata de un baile, considerado como Fiesta de Interés Turístico de Aragón desde 2019, en el que los danzantes hacen chocar pequeños palos tallados llamados ‘totxets’ al son de melodías tradicionales. Su realización se enmarca dentro de las fiestas patronales del municipio.
San Abdón y San Senén son los santos que se veneran en las fiestas mayores de Camporrells. El primer día se celebra otra tradición: el rescat. Un joven va por el casco urbano recogiendo regalos montado en una mula vestida con ropas de mudar.
Santiago es otro de los santos que se veneran en la provincia durante el mes de julio. Sabiñánigo es una de las localidades que más lo conmemora. La barrilada, una carrera con barriles, y la cronobajada son los actos más tradicionales de unas fechas organizadas por el Ayuntamiento junto con las peñas de la ciudad.
Grañén es otro de los municipios oscenses que celebran sus fiestas en honor de Santiago apostol. La carrera del pollo es su acto más tradicional. También se conmemora a este santo en Quicena, Alerre, Torres del Obispo y Vencillón.
La festividad de Santa Ana también está presente durante el mes de julio en algunos pueblos de la provincia oscense. La cogida del tocino marca la tradición en Binaced durante estos días festivos. En Castejón de Monegros, se conmemora con una romería a la ermita de la santa a bordo de unas carrozas, la música de la tradicional gaita de Broto y el dance de la localidad.
Las tradiciones del mes de julio se centran también en el campo. Es el caso de la fiesta de la siega y la trilla de Colungo que persigue recuperar estos dos oficios tradicionales.
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