Un entorno por descubrir alrededor de la capital
Las proximidades de Huesca ofrecen una variedad de paisajes que sorprenderán a los excursionistas.

Las fiestas de San Lorenzo conforman una de las tradiciones más arraigadas en la provincia de Huesca durante el mes de agosto. La capital oscense se engalana para unos días en los que el baile de los danzantes tiene mucho protagonismo. Aprovechando la visita, se pueden realizar numerosas excursiones en las que descubrir un entorno con una amplia variedad paisajística.

Refranes del territorio y saberes populares
Agua por la Virgen de Agosto, año de mosto
Hayedo y pico Peiró

Comenzamos la excursión a unos 10 kilómetros de Huesca. El primer tramo es un kilómetro con pocos metros de desnivel. Tras ello, unos paneles informativos nos indicarán el comienzo de la ascensión, que coincide con el camino natural de la hoya. Durante el primer tramo se atraviesa un pinar con sotobosque de bojes. Las traviesas y los peldaños que hay facilitarán la ascensión. Después de un giro hacia el noroeste, la senda se suaviza. Aparecen las primeras hayas, ante sala del hayedo de Peiró.

Tras recorrer 200 metros por el hayedo, se llega a un punto en el que hay un cruce de caminos. Siguiendo el Camino Natural de la Hoya en dirección al Collado de Sarramiana se discurrirá por un trayecto con una pendiente media del 26%. Al llegar, se puede observar el pico Gratal y, detrás, el Peiró. Hay que regresar al cruce de caminos para comenzar la ascensión. Durante la misma, se pueden contemplar las sierras de Bonés, Gratal y Guara. Dos horas de excursión después, se llega a la cima a 1.579 metros.

Gorgas de San Julián. Fotógrafa: Soledad Campo.
Gorgas de San Julián

Se empieza la ruta en la urbanización Golf de Guara. Se toma un camino dirección Arascues y Lierta. Un desvío encaminará hacia San Julian y el belén. El primer punto de interés es el barranco de San Julián. Adentrándose en él, el excursionista llega a la ermita de San Julián. Una senda estrecha y empinada lleva a la entrada de las gorgas. Dentro de las mismas hay un belén. El regreso es por el mismo camino para culminar 40 minutos de caminata.

Las gorgas de San Julián tienen una gran afluencia de público gracias a su belén. Fotógrafo: Rafael Gobantes.
Las gorgas cuentan con un gran valor paisajístico. Fotógrafo: Javier Blasco.
El paseo hasta las gorgas es muy agradable. Fotógrafa: Soledad Campo.
Gorgas de San Julián. Fotógrafa: Soledad Campo.
Pozas del Formiga y cueva de las Polvorosas

El comienzo de la excursión es en el parking del Formiga. Desde allí nos desplazaremos las indicaciones del barranco de Formiga, que tendremos que cruzar. Tomaremos un sendero paralelo al mismo. En 15 minutos, encontraremos el lecho del barranco y una poza. Podremos descansar antes de seguir la ruta, remontando el barranco a pie hasta una zona encañonada en la que el agua llegará por la rodilla.

Volver hasta la poza nos encaminará hasta la cueva de las Polvorosas por una senda con suave ascensión. Podremos ver el Puntón de Yara y, poco antes de llegar a nuestro destino, podremos cruzar el barranco por un puente. Tras volver a cruzarlo, llegaremos a nuestro destino.

San Martín de la Val d’ Onsera

Desde el aparcamiento de la ermita, cogemos una pista que baja hasta el cauce del barranco de San Martín de la Val d’ Onsera. Seguiremos por su cauce seco. Tras media hora de camino, hay que tomar una senda a mano derecha hasta la Fuente de la Puerta del Cierzo. La ascensión continúa y se nos presentan dos vías. La primera es a través del Paso de la Viñeta y la segunda por la senda de los burros. Ambas desembocan en el Collado de San Salvador. Desde ahí, iniciaremos el descenso hasta el fondo del barranco y, tras una pequeña ascensión, llegaremos a la ermita de san Martín de la Val d’ Onsera, fin del recorrido.

Ermita de san Martín de la Val d'Onsera. Archivo fotográfico Tuhuesca foto: huecalamagia.

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